En la sede de Bukaneros, localizada en el distrito madrileño de Puente de Vallecas, el grupo, según la policía, tenía material como bengalas y cohetes, petardos de gran potencia, botes de humo, bates de béisbol, martillos, cascos de moto, palos afilados a modo de lanza y escudos artesanales. Siempre, claro, según la versión de la policía, tan creíble como cuando dicen que NO CARGAN Y NO GOLPEAN A NADIE EN MURCIA, QUE AL NIÑO HERIDO EN TARRAGONA LE DIERON DE REBOTE o QUE EN LA MANIFESTACIÓN EN MADRID HABÍA 35.000 PERSONAS, por hablar solo de lo dicho por la policía en relación a los sucesos de este pasado 14-N.
Así que ya lo saben ustedes: sin juicio ni nada, Cifuentes y sus cipayos, esos mismos que nos aseguran que en las calles de Madrid había 35.000 manifestantes el miércoles o que en diversos vídeos se pueden ver pateando la cabeza de detenidos indefensos por pura diversión masoquista, esos mismos que querían acusar a los detenidos del 25S de delitos contra los altos órganos del estado y que fueron reprendidos por sus táctias totalitarias hasta por la popia Audiencia Nacional, los mismos que disparan pelotas de goma a periodistas desde sus furgonetas a menos de dos metros de distancia y sacando la escopeta por la ventanilla como si fueran simples mafiosos sedientos de sangre, ya tienen nuevas cabezas de turco contra los que azuzar a las masas de la derecha, y, de paso, sembrar un poco el terror entre los madrileños y madrileñas.
La campaña de criminalización al más puro estilo PP, es decir, haciendo uso de una mezcla entre la táctica mediática de la manipulación goebbeliana y el uso franquista/totalitario de los cuerpos y fuerzas de seguridad como instrumento de estado al servicio de los intereses políticos del gobierno, está en marcha y, salvo que los jueces se atrevan de nuevo a parar las intenciones de estos totalitarios que gobiernan Madrid con mano de hierro y puño de acero, no tiene visos de deternerse en los próximos días.
El objetivo es claro: desviar la atención de la violencia policial sistemática, impune y desenfrenada que los miembros de la UIP aplican ya por norma, por orden y con el apoyo y complacencia del gobierno, que, una vez más, se ha podido ver en el mundo entero gracias a los diferentes documentos gráficos y audivisuales que a estas horas inundan la red y llenan de indignación a cualquier persona con un mínimo sentido democrático y de respeto por los derechos humanos.
Pero, por más que lo intenten, no lo van a conseguir. Ni ahora ni nunca. El tiempo y la historia los pondrá en su lugar. Por muchas campañas de criminalización que hagan, muchas detenciones arbitrarias que practiquen o muchas palizas impunes que den.
Tanto Bukaneros como muchos otros seguiremos luchando y mostrando mensajes como este:
QUE AL FIN DE CUENTAS, ES LO QUE DE VERDAD LES MOLESTA.
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