En plena sintonía con la convocatoria “Ocupa el Congreso “ que tuvo lugar en Madrid el pasado 25 de septiembre, más de medio millar de personas se concentraron de forma simultánea en Barcelona frente al Parlament de Catalunya para mostrar su apoyo a la acción de protesta y transferir de ese modo a la institución catalana el mismo malestar que movilizó a miles de personas con el objetivo de rodear el Congreso de los Diputados.
La convocatoria surgió de la plataforma 25-S en Catalunya y contó con la adhesión de buena parte las acampadas del movimiento del 15-M, así como con asambleas municipales y de barrio y colectivos como “feministas indignadas” o “iaioflautas”.
La acción comenzó a las 6 de la tarde y coincidió con uno de los debates de política que habitualmente se celebran en el Parlament, hecho que facilitó el sentido general de la protesta que, bajo lemas como “Congreso y Parlament, dimisión inminente”, centró sus críticas no ya solo en el fracaso de la gestión política de la crisis sino, también, en el propio cuestionamiento de la clase política que emana del seno de la democracia parlamentaria.
Con este espíritu, pues, ninguno de los políticos pudo librarse del abucheo de los manifestantes a su salida del edificio del Parlament, hecho que pudo recordar al asedio que, en el mismo lugar y con el mismo espíritu, fue protagonizado por el movimiento del 15-M el 15 de junio de 2011 para tratar de impedir la primera oleada de recortes antisociales llevados a cabo en Catalunya.
En este sentido, no era de extrañar que las consignas más coreadas en el 25-S fueran de nuevo “le llaman democracia y no lo es”, “que no, que no, que no nos representan“, o “no hay pan para tanto chorizo”… Unas voces a las que ahora se añadieron otras tan significativas como “Gobierno dimisión”, “Somos el pueblo, no el enemigo” o “Artur Mas, un chorizo más”.
Destacables fueron también las consignas dirigidas a los medios de comunicación generalistas que se encontraban tomando nota de la protesta: “televisión, manipulación” o una harto elocuente como esta: “si aceptas la censura, no eres periodista”. Sin embargo, el momento más emotivo surgió cuando, según entraba la noche, los organizadores fueron informando de las detenciones y las personas heridas en los aledaños del Congreso. Momento en el que los asistentes irrumpieron al unísono con el grito “¡Madrid, no estás sola!”. Fue también este mismo hecho el que hizo que una intensa lluvia no impidiera que, el día 29 de septiembre, una marcha recorriera el centro de Barcelona en solidaridad con la represión del 25-S en Madrid.
Texto y fotografía: Alfonso López Rojo
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