ANÁLISIS DE MEDIOS A PROPÓSITO DEL 12M15M

1.- Se nos muestra como víctimas o borregos y no como sujetos políticos. El 15M no es únicamente un movimiento compuesto por personas victimizadas por la crisis. Hay un intento de mostrar el 15M como una movilización legítima y comprensible de personas víctimas de la crisis pero manipulada por “grupos radicales” o “extrema izquierda”. Esto divide artificialmente el movimiento entre buenos y malos.

El 15M es un movimiento político que reivindica que la política está en la vida cotidiana. ¿Qué significa esto? Significa que los aspectos económicos y sociales se convierten en un objeto de debate sin intermediarios, sin pasar por los agentes clásicos de la política (gobierno, partidos, sindicatos, etc.). Todo este escenario quizás señala un punto de no retorno que inaugura un repertorio distinto de luchas sociales y movimientos de protesta.

El 15M es todo un ejercicio de aprendizaje político. Escuchar a la otra, comprender múltiples puntos de vista y obligarse a incluirlos en la reflexión de una misma. Por ello el modelo asambleario ha seguido existiendo y manifiesta su continuidad en el 12M15M.

Ante la pregunta sobre la “radicalización” (o “giro a la extrema izquierda”) del movimiento. La cuestión no es esa: estas transformaciones vienen del trabajo de un año donde convertimos aspectos ajenos a la reflexión colectiva en problemas políticos con valores concretos y que, por tanto, afectan a la raíz (radical) de las cosas.

2.- Los medios invisibilizan el trabajo colectivo atendiendo únicamente al espectáculo. Muchos medios comentan que el 15M “re-vive” o “recupera aliento”. Utilizar estos términos es, sinceramente, fruto de la ceguera mediática que busca la espectacularidad contable. En este sentido algunos medios reiteran la falta de objetivos con la idea de que nada ha cambiado.

No hay que atender a cifras ni responder que la gente acude a las citas debido a la situación actual. Hay que reforzar y señalar el trabajo colectivo realizado durante un año dentro del movimiento.

Las acciones que están aconteciendo son fruto del trabajo realizado durante un año gracias al esfuerzo colectivo.

3.- El gobierno opta por la “presunción de culpabilidad”. Ante la ausencia de altercados y el desalojo injustificado, se vuelven a criminalizar las intenciones, ni siquiera los hechos, amparándose en una interpretación interesada de la ley. Se atrincheran en lo legal cerrando el debate sobre lo justo.

La desobediencia civil es un acto político legítimo y un derecho reconocido. No debemos entrar en esta cuestión, hay que redirigir la atención a otros temas. Conviene defender y diferenciar lo justo frente a lo legal.

4.-Se sigue pensando en el 15M como algo coyuntural y local con el fin de minimizar su impacto. Tendencia a acentuar los aspectos localistas de la movilización y de sus demandas. Es producto de una visión reduccionista que privilegia el efecto de coyuntura de la crisis económica.

Debemos buscar el eco del 12M15M en otros lugares y no ceñirnos al mero recuento de manifestantes. Ocurre que cada cultura política tiene su propio repertorio y sus ritmos de actuación. Lo importante de todo ello es que esto marca un punto de inflexión y no retorno en la desafección política respecto a los actores hasta ahora hegemónicos. Por ello el movimiento no se puede reducir a una cuestión local.

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