Vivimos en un mundo interconectado, en que todo nos afecta a todos. Eso hace nos unamos y salgamos a la calle, lo mismo da un 29 de marzo que un 12 de mayo. Lo importante es que dejamos de tener miedo y empezamos a salir a la calle, a luchar. Es el poder el que tiene ahora el miedo en el cuerpo. Saben que unidos no nos pueden controlar, por eso tratan de recortar los derechos y libertades que sustentan nuestra dignidad. Pero así alimentan lo que más temen; ¡alimentan nuestra indignación!

Por ese motivo principal, todas las ciudades del mundo van a ver como sus calles y plazas se llenan de gente. De ciudadanos de a pie que señalamos a este mundo en que habitamos y decimos basta.                                                                                                                             Señalamos a los verdaderos causantes no sólo de la crisis, si no del estado en que se encuentra el mundo en el que vivimos. Señalamos a políticos y sindicalistas corruptos, a inversores y banqueros especuladores, a explotadores y esquiroles insolidarios… Proponemos un cambio radical en el mundo, un cambio político, un cambio económico y un cambio social. Proponemos un mundo donde cada persona tenga garantizado el derecho a la libre búsqueda de la felicidad, personal y colectiva. ¡Un mundo gobernado por todas y para todas!

Por una justicia económica, política y social.
El 12M salimos a la calle.