En una vista que duró seis horas, el comité de disciplina de la universidad decidió que por su participación en la interrupción pacífica del discurso de Willetts, este estudiante no sería readmitido en la universidad hasta octubre de 2014, y se le impediría el uso de las instalaciones universitarias. El estudiante tiene un plazo de un mes, hasta el 14 de abril de 2012, para recurrir esta decisión.
En el transcurso de la protesta, el estudiante leyó un poema criticando a Willetts por su papel en la implementación de las tasas universitarias de 9000 libras anuales, y la reforma de la educación superior. Asimismo, describió al ministro como “un hombre que cree en el mercado y en el poder de la competencia”. Como respuesta a la decisión de la universidad, más de 60 profesores y estudiantes escribieron una carta autoinculpatoria al Defensor Universitario admitiendo su propia participación en la protesta original, y exigiendo ser castigados por la misma falta. En esta carta, los firmantes expresaban su objeción al hecho de que sólo una persona hubiera sido castigada por la protesta. Los firmantes deunciaban que la acusación es “arbitraria e injusta”, y señalan que la protesta fue “un acto colectivo en el que todos los abajofirmantes estuvieron involucrados, directa o indirectamente, activamente o de forma simbólica”.
Gerard Tully, presidente del sindicato de estudiantes de la Universidad de Cambridge (CUSU por sus siglas en inglés) dijo, “Un juicio equilibrado que reflejase la auténtica seriedad de las acusaciones no habría resultado en una sentencia cuya duración multiplica por siete el castigo inicialmente solicitado por la Universidad. Si el recurso se acepta a trámite, esperamos que la Universidad se guíe por la razón y reduzca dramáticamente esta sentencia dura e injusta. Siendo ésta una universidad que con tanta razón se enorgullece de su libertad académica y la justicia de su funcionamiento, no les queda otra alternativa.”.
CUSU también ha lanzado una petición que ha recogido más de 2000 firmas en menos de dos días de trabajadores y estudiantes de la universidad. Una petición simultánea abierta a todos los miembros del público ha recogido más de 3000 firmas. Rees Arnott-Davies, un estudiante perteneciente al college Corpus Christi dijo “esta situación es desproporcionada. Dos años y medio por llevar a cabo una protesta completamente legal y pacífica es retorcido y me avergüenza estudiar en esta universidad. La idea de que se proteja la libertad de expresión acallando una protesta es el colmo de la hipocresía.”. La recogida de firmas para apoyar la causa del estudiante sancionado se está llevando a cabo en la página web
http://www.ipetitions.com/petition/support-suspended-cambridge-university-student/ .
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