El cartel mostraba cuatro niños con los brazos en alto y un eslogan vistoso sobre sus cabezas: “Defiende la escuela pública, democrática, participativa y laica”. O las fiesta de la Educación Pública que se lleva realizando en el municipio desde el año 2009.
Pero por mucho que el ayuntamiento, o en este caso IU se esfuerce en publicitar a los cuatro vientos (utilizando medios pagados con fondos públicos, por supuesto) las bondades del nuevo colegio concertado y lo presenten como “laico, progresista, participativo…,” e incluso como “un nuevo modelo educativo”, algunos y algunas no coincidimos con su triunfalismo.
No ponemos en duda que el nuevo colegio sea laico, faltaría más. Respecto a lo de progresista y participativo, será el tiempo el que lo determine. En cuanto al modelo es bastante viejo, es el denominado pomposamente “colaboración público-privada”, el mismo que utilizan PSOE y PP para privatizar otros sectores como la sanidad, y en el caso de Madrid, el utilizado por Esperanza Aguirre en los nuevos hospitales y que se resume en: dinero público, beneficios privados.
Además según datos de “SOY PÚBLICA” en los centros públicos se encuentra el 85% de la población inmigrante mientras que en los concertados no llega al 12%. Esta discriminación es inaceptable. La diversidad debe concebirse como un valor enriquecedor para el proceso educativo de los menores y es inadmisible subvencionar desde la administración pública centros a los que no pueden acceder con igualdad todos los ciudadanos y ciudadanas.
Según la propaganda oficial, el centro ha costado 24 millones de €, “que serán devueltos al Ayuntamiento por la Fundación Hogar del Empleado (FUHEM) mediante el pago de un canon de 550.000 euros anuales”, lo que no deja de ser nada más ni nada menos que un autentico chollo (para la empresa), que no ha invertido un euro y se encuentra con un negocio redondo, sin riesgo alguno, a costa de nuestros impuestos, ya que la empresa en cuestión tendrá 44 años para devolver la inversión que se ha hecho con dinero de los contribuyentes de Rivas.
Es más, la empresa en cuestión, disfrácese como se disfrace, no sólo es una entidad con ánimo de lucro, sino que seleccionará ella misma a los docentes, no estando garantizado que se respeten los mecanismos vigentes en el sector público, de Igualdad, mérito, capacidad y publicidad. La elección de los maestros corre a cargo de los gestores-directores de la escuela, que será quien marque un “ideario” y limitará, si es necesario, la libertad de cátedra. Interesante saber qué pasa con los grandes beneficios que aporta la gestión de este tipo de colegio, lo que se recauda con el comedor escolar, excursiones, actividades extraescolares, etc… Va íntegramente a la entidad privada.
Otro colegio de Rivas construido de la misma forma (suelo público y gestionado por una empresa privada) es el Centro de educación especial María Zulueta.
Señores políticos, la privatización no tiene colores, es un hecho objetivo independientemente del partido que la realice. Mejor hubiera sido movilizar a la población para que la Comunidad de Madrid cumpliera sus obligaciones (construir un centro público de gestión directa con dinero de los presupuestos autonómicos) y dedicar el dinero de los impuestos municipales para que los parados de Rivas pudieran optar a constituir cooperativas, por ejemplo.
Una vez más nos sorprende nuestro Ayuntamiento, por no plantar cara y dar batalla a esta privatización encubierta que tanto le gusta al PP y parece que a otros también.
Dejamos también este enlace donde explican las razones para no querer escuelas concertadas: http://profesorgeohistoria.wordpress.com/2012/09/19/razones-para-votar-que-no-a-la-escuela-concertada/
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