¿DE QUE UNIDAD HABLAN?

La estrategia de la burocracia sindical es la de cabalgar las luchas para “presionar al Gobierno”  a negociar un añorado Pacto social. La lucha de los trabajadores es la que puede y debe echar al gobierno y abrir una salida obrera y popular.

En el año 2012 se han perdido por huelgas más de 40 millones de horas de trabajo. Comparado con el 2011, el número de huelgas creció un 10% y las horas perdidas un 187,34%. Dos huelgas generales (29M y 14N) y una tercera en Euskadi (26S), más las huelgas  mineras sumaron buena parte de esas horas.

En el caso de Madrid, otro dato destacable son las más de 3.900 manifestaciones que se celebraron en el 2012, una media de 10 diarias, llegando algún día a 58. En diferentes ocasiones éstas han tenido un carácter multitudinario.

Madrid, entre huelgas y manifestaciones pero cada una por su lado

La batalla contra el RD 20/2012, que ha robado las pagas de los trabajadores del transporte; contra la privatización de Hospitales y Centros de Salud; contra el ERE de extinción en Telemadrid, que ha dejado en la calle a cerca de 900 trabajadores, ha empujado a los trabajadores a ocupar el centro de la protesta social en Madrid. Y es que mientras banqueros, corruptos y ladrones campan a sus anchas, para los trabajadores no hay más receta que recortes, despidos y desahucios.

La pregunta básica que esta situación plantea es: si los trabajadores de Metro y EMT luchan contra el mismo decreto que les quita las pagas; si la defensa de la sanidad pública es un problema social que nos involucra a todos/as y va mucho más allá de un problema estrictamente laboral”; si las medidas nacen todas de las decisiones de los gobiernos  Rajoy y González ¿por qué el empeño en seguir dividiendo estas luchas?

¿La lucha obrera es para echar atrás los planes del gobierno o para ganar votos en las próximas elecciones?

Los dirigentes de CCOO y UGT enviaban hace unas semanas una nueva carta al gobierno “para iniciar un proceso de diálogo social y concertación que es lo que España necesita. Toxo y Méndez siguen empeñados en resucitar la receta que nos ha llevado al retroceso en derechos, a la socialización de la miseria y a la privatización del beneficio, los Pactos sociales. Siguen sin cuestionar un ápice del pago de ese robo a mano armada que es la deuda de los banqueros, que pagamos todos/as.

La estrategia de la burocracia sindical consiste en cabalgar las luchas sin más propósito que presionar al Gobierno para que les llame a negociar un añorado Pacto social. Y si el Gobierno, al estricto dictado de la Troika, no cede, entonces las protestas deben servir para desgastarlo y preparar el terreno para que en las próximas elecciones PSOE e IU capitalicen el descontento y conformen un gobierno al estilo del de Andalucía. Un Gobierno que vendrá, no a enfrentar los planes de la Troika, de banqueros y corruptos, sino a negociar un plan “más suavizado” de recortes y pago de la deuda.

Ni en lo más recóndito de la cabeza de estas gentes cabe que la lucha obrera eche atrás los planes del Gobierno y mande a la cola del INEM a los Rajoy y González. Las huelgas y manifestaciones no son para ellos el camino para el cambio social, sino un caladero de votos.

¿De qué unidad hablan?

Mientras aplican esta estrategia, que particulariza y divide la protesta social, hablan de unidad. Pero la unidad más sólida que han logrado ha sido entre la burocracia de CCOO-UGT y los sindicatos corporativos, para buscar soluciones empresa a empresa. Es esa unidad la que permite que pasemos, en Metro y EMT, de la lucha común contra el RD 20/2012 a buscar cada uno en su empresa una solución realista, sea vía el convenio en el Metro o vía adelanto de pagas del 2013 en la EMT. Es esa práctica realista la que lleva a intentar negociar desde las mesas sectoriales de la sanidad o a convertir a los sindicatos en verdaderas máquinas de firmar EREs (hasta septiembre de 2012 se autorizaron o comunicaron 23.978 ERE, que afectaron a 332.842 personas, y el 90% de ellos fueron acordados con los representantes sindicales).

Con esa política, a los trabajadores de las empresas pequeñas no les queda más camino que el del paro. Y a los de las grandes se les mete en una dinámica de concesiones sin límite que abocan a la división, la resignación y preparan a muy corto plazo nuevos retrocesos. Se firman acuerdos de bajadas salariales para impedir despidos, y a las pocas semanas se ha perdido salario y hay despidos (Ayuntamiento de Alcorcón). Se aceptan modificaciones sustanciales de trabajo para que les adelanten la paga, dejando en la calle a compañeros que antes eran contratados (Metro de Barcelona). Se aceptan congelaciones y dobles escalas salariales, generando una división brutal entre los más veteranos y los jóvenes (Nissan). Y así un largo etc. que muestra que eso a lo que llaman “unidad es una alianza burocrática por arriba que divide a los trabajadores por abajo. Y como el descontento crece por la base, las voces críticas en las asambleas son tildadas de divisionistas, por proponer, por ejemplo, asambleas conjuntas de Metro y EMT para mantener objetivos comunes y un plan de acción común.

Unificar las luchas contra el gobierno

La huelga general del 14N tuvo un hito en la multitudinaria manifestación alternativa, que reunió más de 60.000 personas. Las organizaciones del sindicalismo de clase y alternativo, con el respaldo de organizaciones sociales como el 15M, el 25S, CSO…, enfatizamos que se trataba de unificar las luchas en torno a las demandas comunes: abajo los recortes, fuera la reforma laboral, no al pago de la deuda y no al pacto social. Hoy, el sindicalismo de clase y alternativo estamos obligados a continuar ese camino de unidad contra el Gobierno.

Se trata por tanto de retomar el camino unitario para, entre todos/as, desde la base y en forma democrática, trabajar por un encuentro que unifique los objetivos de la lucha y establezca un plan de acción unificado, que debe tener en la Huelga General de Madrid un objetivo inmediato.

Quienes creemos que la lucha de los trabajadores es la que puede y debe echar al gobierno y abrir una salida obrera y popular, convencidos de que divididos y empresa a empresa no se prepara más que el camino de la derrota, debemos poner todo el empeño en lograr ese encuentro.

One response to “¿DE QUE UNIDAD HABLAN?”

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