El consejero de Sanidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, ha destacado este martes que el euro por receta que desde ayer cobran las farmacias madrileñas ha empezado a funcionar “con normalidad” y ha achacado de nuevo esta nueva tasa a la crisis y a un sistema de financiación autonómica “muy injusto”.
Desde ayer, las farmacias de Madrid cobrarán un euro por receta dispensada y prescrita a partir del 1 de enero de 2013, no antes. La tasa, recogida en la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas para 2013, se pagará independientemente del número de envases despachados y habrá un tope de 72 euros por usuario y año. Afecta a todas las recetas del Servicio Madrileño de Salud, que pueden referirse a medicamentos, productos sanitarios, fórmulas magistrales, vacunas y productos dietéticos.
Están exentos del pago de la tasa los medicamentos cuyo coste sea igual o inferior a 1,67 euros (incluido el IVA). También se excluye de la obligación de abonar un euro por receta a los afectados por el síndrome tóxico, perceptores de pensiones no contributivas, parados sin subsidio, discapacitados, perceptores de la renta mínima y los tratamientos derivados de accidentes de trabajo o enfermedad profesional.
El farmacéutico deberá entregar al usuario, que deberá aportar la tarjeta sanitaria, el tique de compra, donde figure el pago por cada receta dispensada.
Pese a la nueva norma, existe la posibilidad de no pagar la tasa. Desde ayer, circula por internet una guía para no pagar el euro por receta en la que explican los pasos que debe dar la persona que manifieste su voluntad de no hacer efectivo el pago y en las farmacias ya disponen de formularios para las personas que no quieran pagar.
La persona que despache en la farmacia en el momento de la compra en ningún caso puede negarse a hacer entrega de los medicamentos. Únicamente entregará el formulario al cliente en el que se le advierte de que el no pago de la tasa “supone el incumplimiento de una obligación tributaria”.
Insumisión
La federación de consumidores Facua-Consumidores en Acción ha instado a los usuarios a no pagar la tasa de un euro por receta.
El portavoz de Facua-Consumidores en Acción, Rubén Sánchez, ha indicado que Facua considera esta tasa “inaceptable” y ha recomendado a los consumidores que en el momento de la dispensación del medicamento, en lugar de realizar el abono, entreguen una carta al farmacéutico con sus datos personales en la que planteen el rechazo a la tasa y su negativa a pagarla.
En ese momento, ha añadido, sería la administración la que debería ponerse en contacto con el ciudadanos para “reclamar si quiere”. Sánchez ha explicado que esta “insumisión fiscal” no va en contra de las farmacias, que “no tienen que ser recaudadoras de impuestos”, sino contra la tasa.
“Entendemos que esta medida es un repago más, un atentado contra el sistema público de salud tal y como lo venimos conociendo”, ha referido Sánchez, que ha insistido en que el consumidor “no debe pagar” una tasa “recaudatoria” que “penalizar la enfermedad”.
Por su parte, la asociación Defensor del Paciente ha anunciado que se reunirá el próximo día 17 de enero con Lasquetty para mostrar su oposición al cobro de la tasa de un euro por receta dispensada, medida que entró en vigor ayer.
En un comunicado, Defensor del Paciente avanza que en la reunión, entre otras propuestas, pondrán “de manifiesto” al consejero su oposición a este pago, al entender que es “ilegal, discriminatorio, injusto, arbitrario y anticonstitucional”. La asociación ha explicado además que defenderá que “ningún ciudadano repague un impuesto ya de sobra pagado”.
“La incidencia es poca”
El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, Alberto García Romero, ha dicho que en las farmacias madrileñas hay “mucha gente preguntando” sobre el cobro del euro por recetaaunque “todavía la incidencia es poca”.
Según García Romero, entre los ciudadanos hay “enfado por tener que pagar la tasa, a ninguno nos hace gracia pagar un euro por receta y, en las farmacias, el enfado es por la carga burocrática de tener que explicar al ciudadano y canalizar los enfados”.
El farmacéutico tiene que oír las quejas e intentar explicar en qué consiste y “de alguna manera aguantar” el malestar que manifiestan los pacientes, ha continuado. García ha considerado que no hubo aprovisionamiento de medicinas antes de fin de año, y ha opinado que podría deberse a que ha habido huelgas en la sanidad y consultas cerradas, lo que motivaría un menor número de prescripciones, aunque ha añadido finalmente que desconoce “si es porque los pacientes no le han dado importancia o por falta de prescripciones”.
Sobre el retraso en la puesta en marcha del sistema informático que permite a las farmacias saber si el paciente ha alcanzado el tope máximo de 72 euros anuales, García Romero ha considerado que “eso es un problema de la administración”, que a las farmacias no les debería preocupar mucho, ha concluido.
Ya es autocopiable.
Normal que sea baja la insumisión de pagar el euro. El documento que facilitan no es autocopiable por lo que hay que rellenar para cada receta tres ejemplares. Las personas mayores no pueden hacer esto cada vez que van a la farmacia a por medicamentos, cuando la media de recetas es de 5 a 10 recetas.