GUERRA DE CLASES

Que los políticos viven en una burbuja, es algo que a nadie ya debiera sorprender. Está claro que las medidas que aprueban en el Parlamento no les afectan, y por ello, presionan para imponerlas. Para ellos son juegos políticos, luchas de poder. Para el Pueblo, es un drama, e incluso una tragedia. Pero mientras que en Italia, cuando se impusieron los recortes, la ministra rompió a llorar, en España el grupo del Partido Popular irrumpió en aplausos.

Esto ya dice mucho de en qué mundo vive esta gente. Cualquier crítica recibida a su política es vista como un insulto, ya que “recortes, ha de haber”, “es necesario para el país”, la “situación de la economía lo exige”, porque como todo el mundo sabe, “Zapatero ha arruinado España”. Como si estuvieran en un partido de fútbol.

El pasado miércoles el gobierno anunciaba las siguientes medidas que hoy serán ratificadas por el Consejo de Ministros (este Consejo de hoy será el primero de la legislatura del PP en ser presidido por el Rey):

• Subida del tipo reducido del IVA del 8% al 10%
• Subida del tipo general del IVA del 18% al 21%
• Subida de los impuestos especiales-medioambientales
• Supresión de la deducción por vivienda a partir de 2013
• Supresión paga extra de Navidad a funcionarios y eliminación de moscosos
• Reducción prestación de desempleo desde el séptimo mes
• Aceleración de la entrada en vigor de la Jubilación a los 67
• Se reduce un 30% el número de concejales
• Recorte de 600 millones en el gasto de los ministerios
• Recorte del 20% en subvenciones a partidos y sindicatos
• Reducción de las cotizaciones sociales
• Supresión de las primas para las energías renovables

Como vemos estas medidas no irán precisamente en beneficio de la clase trabajadora. Tampoco generarán empleo, ni lograrán estabilizar o mejorar la capacidad productiva del país. Son medidas impuestas por la Unión Europea y el Banco Central Europeo que convierten a España (aún más) en un territorio colonial dependiente del centro de Europa (Alemana y Francia principalmente – mejor dicho, su banca). El futuro se nos anuncia similar a los años 80 con una América Latina ahogada por la deuda externa.

Los recortes se anuncian el pleno verano, cuando la mayoría de la gente está pensando en las vacaciones y es más difícil organizar la protesta social. Y los aplauden precisamente los campeones de la corrupción, representantes de una clase que está llevando a cabo la mayor fuga de capitales de la historia de España. Ni que decir que callan cuando los suyos son cuestionados o imputados. Nos hacen creer que los recortes allí donde recortan son inevitables. No hay alternativas que aumentar el IVA, reducir las prestaciones de desempleo, la jubilación, desmantelar el sector público…

Como parece que estamos en la época del “cuanto peor, mejor”, estas medidas se imponen justo en medio de un clima de luchas sociales crecientes. Se anuncian justo en el día en que los mineros llegaron a Madrid. Llevan 45 días de huelga indefinida, paralizando todo un sector productivo y varias comarcas en una lucha ejemplar que esperamos que marque un hito para las luchas obreras a partir de ahora. Pero los mineros son recibidos en Madrid como “enemigos”, y como tal se los trata. La policía ataca sus manifestaciones. Todo el que protesta contra las medidas del gobierno, es un enemigo. Nosotros lo reconocemos. Tienen razón, somos “enemigos de clase”.
Desde el miércoles se vienen sucediendo en Madrid diversos incidentes provocados por las cargas policiales contra las manifestaciones de los mineros, y las numerosas muestras de solidaridad que generan a su entrada en la ciudad. Las cargas de los antidisturbios hacen que el ambiente, ya de por sí cargado, se caldeé aún más y que nuevos sectores se unan a la lucha. Funcionarios, estudiantes, gente politizada, convocan nuevas manifestaciones. En una de ellas se zarandea a los políticos en los alrededores del Parlamento, haciéndoles que de alguna manera les lleguen las consecuencias de lo que están aprobando, en otras manifestaciones bomberos y policías en protesta se enfrentan a los antidisturbios, que están cargando casi en todas las manifestaciones que vive Madrid en estos días. La prensa del régimen también carga contra los que protestan.

El clima social se caldea, 17 personas detenidas, 70 heridas, concentraciones convocadas cada día, y aún así los políticos del PP siguen cubriéndose de gloria: “que se jodan”, dicen. Lo dice Andrea Fabra, que por ser hija de quien es tiene aún más bemoles la cosa. Este es el futuro que le espera a la clase trabajadora. Somos carne de cañón, y a pesar de todo seguimos desgraciadamente desunidos y mal coordinados.
Hoy más que nunca es necesario salir a la calle a protestar. Hay convocadas concentraciones delante de cada sede del PP: [twitter #quesejodanellos] Es necesario llenar las manifestaciones que hay convocadas en esta y la próxima semana, y comenzar a preparar la Huelga General para el mes de septiembre. Es el único lenguaje con el que nuestros enemigos nos entenderán.