APOYO A LOS MINEROS Y DE REGALO MUCHOS PALOS Y PELOTAS DE GOMAS

Publicado: Raúl López

“La manifestación de los trabajadores del carbón terminó este mediodía con una carga policial frente al Ministerio de Industria. Horas después, ya de noche, los antidisturbios volvieron a actuar violentamente contra los concentrados en la puerta del Sol. Las carreras y altercados se extendieron por el centro de Madrid hasta el barrio de Lavapiés.”

La manifestación en apoyo a la minería del carbón precedida por la columna de 200 mineros de Asturias, Castilla y León, Castilla La Mancha, Andalucía y Aragón, había arrancado pacíficamente pasadas las 11.00 horas de la mañana, desde la madrileña Plaza de Colón con destino a la sede del Ministerio de Industria. La marcha, en la que se congregaron miles de personas, comenzó con grandes explosiones de petardos y un fuerte olor a pólvora.

También se sumaron a la protesta mineros de Portugal, con una  pancarta propia, además de grupos de apoyo de todas las comunidades  autonómas, sobre todo, trabajadores extremeños, andaluces y gallegos.

Los incidentes comenzaron en el Paseo de la Castellana y en los alrededores del estadio Santiago Bernabéu, los agentes dispararon pelotas de goma contra la multitud:

 

 

Como suele ocurrir, los agentes no tienen miramiento alguno y hasta niños y niñas fueron heridos (en la foto de abajo una niña de 11 años):

También periodistas:

 

 

Horas después, la marcha minera de esta tarde, la tercera en 24 horas en Madrid, y que arrancó a las 19.30 en Atocha, para denunciar los abusos sufridos por los mineros en la manifestación que tuvo lugar por la mañana y para protestar por los recortes sociales y la subida de impuestos anunciada por el presidente del Gobierno, ha concluido a las diez de la noche de forma súbita cuando la policía ha cargado con contundencia contra los miles de personas que se encontraban en la Puerta del Sol. La tensión se extendió por todo el centro de Madrid: Callao, Gran Vía, Carretas… No se sabía por dónde moverse.

La desbandada general provocó carreras y momentos de pánico en las calles de Preciados, Montera, Mayor, Arenal y Carretas. Las cargas pillaron por sorpresa a los centenares de turistas y clientes de la zona más comercial de Madrid, que tuvieron que refugiarse en los bares y en las tiendas.

Durante más de una hora, las furgonetas de los antidisturbios recorrieron la zona centro de la ciudad, desde Callao hasta Tirso de Molina pasando por Jacinto Benavente y Lavapiés, disgregando a cualquier grupo de personas que se reuniese en las aceras y detuviendo a quien prestase resistencia. Según testigos presenciales, los agentes llegaron a entrar en los locales para sacar a quienes consideraban sospechosos.

 

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