CAMPEONES ¡QUE RISA!

Publicado: Raúl López

Sobre la Prima de 300.000, el patriotismo y el incendio en Valencia

Es conocido que el fútbol genera una potente influencia social que tiene su principal razón, en el hecho de saber que mucha más gente al igual que tú, está haciendo y sintiendo al mismo tiempo. Se construye una atmósfera compartida donde todos y todas intuyen una experiencia estética colectiva. Esto es, cuando los sentidos operan en su máxima expresión, como cuando te emocionas en un concierto, o gritas a pulmón en una manifestación. Afloran formas de expresarse, que de encontrarse en un estado más racional no se daría esa sensación.

Como pasión humana que es, pelear racionalmente contra ella sería como golpear a las olas del mar. No voy a entrar a criticar aquí el hecho de obsesionarse por el fútbol cuando tenemos una situación vital desastrosa y sin viso alguno de mejorar en el futuro. Me interesa en cambio lo que entendemos por ser patriota, algo que en la mayoría de las ocasiones, no tiene ninguna relación con querer a tu tierra y desear lo mejor para tus conciudadanos, para el conjunto de la comunidad.

Nuestros seleccionados, con la Eurocopa 2012 se embolsarán 300.000 euros cada uno, también los que no han pisado el terreno de juego. Hablamos de un total de 17,5 millones de euros, la mitad de lo que se llevaron por ganar el Mundial en Sudáfrica 2010. La prima que se llevan nuestros jugadores es inversamente proporcional a nuestro status en Europa. Somos  después de Francia, que pagaba 320.000 euros de prima, el país que más pagará a sus jugadores por ganar el título; muy por delante de los 100.000 de la selección inglesa.  Cualquier caso es criticable, ¿por qué han de llevarse prima?, pero el nuestro es sin duda el más escandaloso y menos acorde a la realidad del país. Mientras que Francia anuncia que subirá el salario mínimo este año un 2%, llegando hasta los 1425 euros brutos, nosotros lo tenemos congelado en 641 euros; por dar un dato entre muchos.

Hace unos días los jugadores de la selección italiana, anunciaban que de ganar destinarían los 180.000 euros, para beneficios sociales; en principio parece ser que para los afectados por los terremotos en la región de la Emilia Romagna. Hace dos años, tras ganar el mundial de Sudáfrica, los jugadores de la selección española prefirieron acoger sus 600.000 euros de prima al 21% que gravaba el país anfitrión, en lugar de cotizar en territorio español.

En esta ocasión, miles de personas han firmado una petición para que los 300.000 euros de la Eurocopa, lo tributen al 52% en España, en lugar  hacerlo  en territorio polaco, donde parece ser que no pagarán nada. Según informa el diario deportivo Marca, los jugadores se están planteando la posibilidad de donar parte de sus primas a distintas fundaciones, muchas de ellas de su pertenencia. Ya sabemos que las fundaciones desgravan, aunque no hay nada confirmado.

El diario deportivo de la Comunitat Valenciana, Super deporte, coloca en portada una imagen del campo comido por las llamas, pidiendo que “Roja alégrame el día”. El subtítulo de la misma afirma que el fútbol no apagará los incendios pero sirve para calentar el alma”. Sobran los comentarios. Pero lo que no sobra para nada es una pregunta de algún periodista, al que seguro que por el mero hecho de plantearla será calificado de antipatriota. Apuntando a que, si  los italianos pretenden donar los 180.000 euros de prima a los terremotos de Bologna, ¿harán lo propio los españoles con el incendio de Valencia, o el terremoto de Lorca? Es posible que el peor incendio que se conoce desde 1991, que está descontrolado y que afecta ya, a más de 45.000 hectáreas, sea una buena oportunidad para demostrar su patriotismo.

El Partido Popular es seguro que no lo considera un tema de gran importancia. Rajoy por supuesto, está en Ucrania viendo el fútbol, pero el Ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, ha preferido quedarse en casa, viendo el fútbol seguro. Cañete que está de cañas, y no se ha interesado mucho por la situación de los afectados y por la envergadura y el drama del incendio. A lo mejor se debe a que el recorte del 14% en prevención de incendios de la Generalitat Valenciana, lo que se traduce en 700 efectivos, es en realidad una inversión de futuro.

El ministro Cañete ya anunció en su momento su intención de hacer “una reforma muy profunda” de la Ley de Costas, apoyándose en la necesidad de “poner en valor el litoral”. ¿Más todavía? ¿Queda algo virgen sin con-(des)struir? En 2005 se sacó una Ley de Montes que impedía recalificar territorios quemados, durante los 30 años posteriores. El presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, pretende ahora tirar esta Ley abajo, para poder permitir que se construya en territorio forestal quemado, cuando se de un “proyecto con carácter singular”. La singularidad de ese proyecto puede ser cualquier cosa.

Valencia arde entre celebraciones, todo se olvida por momentos, pero la cruda realidad sigue ahí. El dinero de las primas seguirá sin cotizar para la sanidad o la educación pública, como ocurrió en la Eurocopa 2008 y el Mundial de 2010. Se celebrará en una fuente que tuvo que ser protegida de los bombardeos franquistas por republicanos y anarquistas y donde hoy nadie se atrevería a llevar otra bandera que no fuera  la borbónica.

Comments are closed, but trackbacks and pingbacks are open.