Publicado: Raúl López
Si ayer era el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, el que se iba de rositas tras haberse gastado 5.800 euros en 20 viajes privados a Puerto Banús, hoy es el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, el que sale impune de una causa en la que la Fiscalía Anticorrupción investigaba un supuesto fraude fiscal por unas cuentas donde el barón de la Banca, junto con 11 familiares, ocultaba dinero en Suiza.
Así pues, la Audiencia Nacional desestima dicha causa al considerar que “la regularización practicada por los denunciados se puede considerar correcta y anterior a que la Agencia Tributaria incoara un procedimiento de inspección”.
El caso se remonta al año 2010, cuando las autoridades fiscales francesas informaron a la Agencia Tributaria sobre las cuentas que la familia botín tiene en Suiza, país donde 659 ciudadanos españoles, incluidos los Botín, escondían 6.000 millones de euros en en la filial suíza del banco HSBC, el HSBC Private Bank.
En concreto la Fiscalía acusaba a Botín de no haber presentado las autoliquidaciones del IRPF y del Impuesto sobre el Patrimonio entre los años 2005 y 2009.
Hoy, de nuevo, la Justicia más injusta vuelve a ponerse del lado del poder, en lugar de continuar con la investigación ante una posible evasión de impuestos.
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