CONDENA A LOS ESTADOS Y FABRICANTES DE ARMAS

Publicado: Raúl López

 

El País (firma Andrea Rizzi) reflexiona, con buen criterio, sobre los costes en vidas que supone el comercio de armas y sobre el escaso trabajo que realizan los estados de medio mundo para frenarlo.  Lo saca a colación por la detención y condena del ruso Viktor Bout, el conocido como Mercader de la Muerte y uno de los principales traficantes de droga del mundo desde los años 90 y buscado por la interpol desde 2002.  Se ha abierto una polémica diplomática internacional y, parece ser, también periodística, sobre si el tribunal que ha condenado a 25 años de cárcel a Bout ha sido o no presionado para acabar condenándole a “a 25 años por conspirar para matar a ciudadanos y funcionarios estadounidenses, por apoyar a grupos terroristas y por adquirir y  pretender usar misiles antiaéreos”.

Como veis, no se habla del comercio de armas, no se habla de su colaboración con diversos países de todo el mundo, …  No nos extraña.  Los Estados de los países del primer mundo son los que se encargan de producir, subvencionar y proteger la fabricación de armas con el fin, evidente, de luego comerciar con ellas y conseguir, más o menos velados, intereses geoestratégicos y comerciales.

El comercio de armas en manos de estos intermediarios no estatales parece una mera forma de externalizar la parte más claramente vendible como criminal en todo el montaje:  se delega el comercio ilegal en unas personas que sí que hay consenso en que están fuera de la ley y los estados quedan ocultos tras ellos y se van de rositas.  Así se logra la impunidad de los estados y que el terrorismo de estado que supone la fabricación y la venta de armamento quede oculto.

Bout niega los cargos:  ”Admite haber transportado armas, pero niega haber cometido crímenes y se declara víctima de un proceso farsa. Desde su captura, Moscú ha apoyado a Bout, que sin duda tiene altos contactos en Rusia. Sus operaciones, sin embargo, no parecían responder a un patrón político. “No tiene ideología. Su actividad era puro negocio”, sostiene Alex Vines, analista del think tankChatham House que trabajó para Naciones Unidas en África. Bout no solo llegó a armar a ambos bandos de un mismo conflicto, sino a trabajar para el Pentágono en transportar abastecimientos a las tropas desplegadas en Irak”.

El Pentágono también niega los cargos:  ”El Pentágono recibió a mediados de la década pasada duras críticas por esos transportes, realizados cuando Bout ya estaba buscado por Interpol. Preguntada al respecto por congresistas, la Administración de Bush explicó que el Pentágono no había adjudicado directamente los contratos a las empresas de Bout, sino que los vuelos operados por sus aviones habían sido subcontratados, sin que el Pentágono lo supiera, según relata un libro de Douglas Farah y Stephen Braun, periodistas que investigaron el asunto”.

“Desde hace años, en el seno de la ONU se negocia con grandes dificultades un tratado internacional sobre el comercio de armas que podría mejorar las cosas regulando de manera global la venta, exportación y registro de esos productos. En julio, está prevista en Nueva York la reunión final del proceso para alumbrar el tratado”.

¿Cuál será la posición del gobierno de Rajoy en este asunto?  ¿Cuál será la posición del ministro de defensa y vendedor de armas Pedro Morenés?

Nos alegra muy parcialmente la iniciativa de la ONU para el tratado internacional sobre el comercio de armas.  No nos alegra totalmente porque pensamos que es tratar el síntoma y no la enfermedad.  El cáncer profundo, el que realmente causa la muerte de muchísimas personas al año y del que el comercio de armas ilegal es sólo una metástasis, es la producción de armas.  En ello los estados, y sobre todo los estados del primer mundo tienen casi toda la responsabilidad.  España también.  Lo que hay que prohibir es la producción de armas y no hay que olvidar que diversos estudios sitúan a España en la 7ª posición en tan mortal e inmoral producción.

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