MEDIOS DE DES-INFORMACIÓN

Publicado: Raúl López

 

 
«¡Muera la intelectualidad traidora! ¡Viva la muerte!»
Con esa frase empezó la terrible persecución de la intelectualidad y la eliminación del espíritu crítico de España hace 75 años. Ahora, podemos ver que ese resultado ha dado sus frutos y que la sociedad española ante una situación de crisis empieza a tener actitudes protofascistas sin apenas darse cuenta. Ojo, el fascismo no es sólo homófobia o xenofóbia, es la actitud de reducir a otros individuos a insignificantes. Una actitud que se acentúa con la crisis actual.
Sólo tenemos que ver, cómo en la crisis actual dónde el gobierno y sus instituciones se debilitan, periódicos cómo el ABC sacan un artículo defendiendo la monarquía con argumentos falaces como:
– La Monarquía representa la pluralidad de identidad y la constante renovación dentro de la continuidad. Es una falacia Non sequitur. Volved a leer la frase y cambiad Monarquía por Democracia. Os podéis dar cuenta como a la monarquía se le otorga atributos de la democracia.
– La Monarquía es un sistema más moderno. Con la siguiente afirmacion: La república es un sistema natural, todo lo que es más natural es más inferior. Buen ejemplo de la falacia.
Un profesor de ética del colectivo Soy Pública me comentó la aparición del proto-fascismo en las aulas y me lo explicó con un sencillo ejemplo. En sus clases cuando sus alumnos inician un debate, aparecen numerosas falacias. El abuso del ataque personal cúando uno de sus alumnos se quedan sin argumentos (ad hominem), anulando el espíritu crítico. A preguntas cómo: ¿Por qué españa está en crisis? los alumnos llegan a responder: Porque los inmigrantes se traen a toda su familia y no trabajan, produciendo la peligrosísima Falacia de Asociación.
En la política, encontramos claros ejemplos, cómo algunos politicos del Partido Popular utilizan el argumentum ad populum para defender las protestas por las políticas de recortes con frases o tweets cómo: “2.000 manifestantes en la calle, 10.000.000 de personas votaron al PP”.
El argumento ex populo es otra reflexión falaz que están utilizando mucho de los editoriales de prensa para englobar la violencia al movimiento #15M al completo. Es tan simple cómo sacar a un grupo de encapuchados para decir que el 15M es violento. ¿Recordáis la portada del ABC del 16 de Octubre?
Una de las que me deja de piedra es cómo se intentan escudar muchos españoles diciendo: Si fueramos políticos, robaríamos igual. (Argumentum ad consequentiam)
Esperanza Aguirre o Cristóbal Montoro, aprovechan su posición para decir lo siguiente: Hay que descartar la gestión pública porque la gestión privada es más eficiente. (Argumento de autoridad)
Incluso la misma democracia actual en España se ha convertido en un falso dilema o falsa dicotomía para el 79 % de los españoles que sólo ven dos alternativas: PP o PSOE.
Pero el motivo que animó a escribir este post, es mi gran preocupación de la utilización por parte de nuestra familia, compañeros de trabajo y amigos de la siguientes afirmaciones:
– Nos merecemos que nos bajen (o congelen) el salario porque la cosa está muy mal
– Hay que echar a los funcionarios porque hay muchos.
– Hay que eliminar a los sindicatos porque en este país lo que hace falta es trabajar.
– Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.
– El copago es necesario porque la sanidad pública no es rentable.
Ejemplos claros de la falacia del hombre de paja, la que utilizan los de arriba para recortar todo lo que puedan a los de abajo.
Los periódicos y emisoras conservadores han comenzado una campaña de reportajes para desprestigiar a las personas, grupos y organizaciones movilizadas.
La derecha mediática ha cargado sus tintas contra toda desobediencia política. Una vez instalado el Partido Popular en el gobierno, las informaciones y artículos de opinión en prensa, y los exabruptos en las tertulias radiofónicas y televisivas, han cambiado de objetivo. Si la culpa de todos los males de la economía estatal era de Zapatero, después de los comicios, la bilis se ha dirigido hacia otros actores. “Con el PSOE en el poder, cualquier movilización podían intentar utilizarla contra el gobierno, ahora, con la derecha gobernando, todo lo que sea crítica será enfrentado con virulencia”, advierte el periodista Pascual Serrano.
Las campañas de desprestigio hacia los sectores organizados y contestatarios de la sociedad han tenido su máximo exponente en la noticia del periódico El Mundo en la que se presentaba a Ladislao Martínez, uno de los impulsores del referéndum contra la privatización del Canal de Isabel II, como un terrateniente. El “anticapitalista de mercedes”, como lo calificaba en su texto el periodista Vicente Ruiz, no tiene coche, tampoco carné de conducir. El supuesto millonario “de cubertería de plata” no vive de las rentas, trabaja como profesor en el Instituto Villa de Vallecas desde hace 18 años y asegura que “nadie se puso en contacto con él, nada se contrastó y metieron la pata hasta las orejas”. Ladislao Martínez lo achaca a que “hay un periodismo cada vez más dependiente de los poderes económicos que ataca indisimuladamente a cualquier lucha que tenga relevancia”.
Este linchamiento ha ido algo más allá de lo mediático con las organizaciones estudiantiles. Tras la “primavera valenciana”, la cabecera del Abc sacó un reportaje en el que señalaba a diez colectivos estudiantiles como agitadores profesionales y les acusaba de querer traer a Madrid la “lucha a la griega”. El texto, que sólo cita como fuente un informe de la Brigada Provincial de Información, fue publicado el lunes 5 de marzo, y el viernes de la misma semana, en un acto organizado por uno de estos colectivos en la Universidad Complutense, una banda de cerca de 30 neonazis enmascarados, con parafernalia fascista y con bengalas de humo, irrumpió de forma violenta en el evento, resultando un estudiante hospitalizado. Los estudiantes, en la concentración de repulsa ante este ataque, leyeron un comunicado en el que apuntaban la clave; “la Policía y el Abc han señalado, los fascistas han ejecutado”.
Conocer a los propietarios de estos medios es imprescindible para situar los intereses que defienden sus articulistas y tertulianos. Julio Ariza llegó a ser diputado del PP en Catalunya antes de hacerse con el germen de lo que es hoy el grupo Intereconomía. Su vinculación con el Opus Dei y las altas esferas eclesiásticas son imprescindibles para entender el fundamentalismo religioso de la cadena. Pascual Serrano, en su libro Traficantes de la información, apunta que jugó un papel en el Tamayazo, ya que el guardaespaldas de los dos tránsfugas que permitieron llegar a Esperanza Aguirre a la presidencia de la Comunidad de Madrid durante esos días fue uno de los habituales de Ariza. Quizá por esto, uno de los extertulianos más ultras de la cadena, Enrique De Diego, afirma en una entrevista que “la que tiene poder y da las órdenes en Intereconomía es Esperanza Aguirre”.

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