Unas horas antes de que tuviese que ir a una oficina de empleo para que comprobasen su estado de salud, el hombre, de 56 años, colocó los pies bajo una sierra eléctrica en el taller que tiene en su casa de la provincia de Sryria y se cortó los pies a la altura del tobillo, según ha informado la radiotelevisión pública austriaca, ORF.
El hombre, que sangraba abundantemente, tiró los pies a un horno, se dirigió cojeando hasta el garaje y llamó a una ambulancia. Le operaron de urgencia pero no consiguieron volver a colocarle los pies.
Esta es solo una de las muchas historias cotidianas que los trabajadores y trabajadoras estamos teniendo que sufrir a consecuencia de la crisis causadas por el capitalismo, y que ahora, para colmo, nos está haciendo pagar con políticas de ajustes y perdidas de derechos.
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