ALZAMIENTO DE LOS MERCADOS

Fuente: TomalaZarzuela

Un plato para el obispo, un plato triturado y amargo,
un plato con restos de hierro, con cenizas, con lágrimas,
un plato sumergido, con sollozos y paredes caídas,
un plato para el obispo, un plato de sangre de Almería.
Un plato para el banquero, un plato con mejillas
de niños del Sur feliz, un plato
con detonaciones, con aguas locas y ruinas y espanto,
un plato con ejes partidos y cabezas pisadas,
un plato negro, un plato de sangre de Almería.
Cada mañana, cada mañana turbia de vuestra vida
lo tendréis humeante y ardiente en vuestra mesa:
lo apartaréis un poco con vuestras suaves manos
para no verlo, para no digerirlo tantas veces:
lo apartaréis un poco entre el pan y las uvas,
a este plato de sangre silenciosa
que estará allí cada mañana, cada
mañana.
Un plato para el Coronel y la esposa del Coronel,
en una fiesta de la guarnición, en cada fiesta, sobre los juramentos y los escupos, con la luz de vino de la madrugada
para que lo veáis temblando y frío sobre el mundo.
Sí, un plato para todos vosotros, ricos de aquí y de allá,
embajadores, ministros, comensales atroces,
señoras de confortable té y asiento:
un plato destrozado, desbordado, sucio de sangre pobre,
para cada mañana, para cada semana, para siempre jamás,
un plato de sangre de Almería, ante vosotros, siempre.
Almería
(Pablo Neruda, España en el corazón, 1937)

Hoy se cumplen 76 años del Alzamiento Militar que tuvo lugar en 1936 frente al gobierno legítimo de la II República Española.

Ese día, los fascistas militares declararon la guerra a la Democracia española.

Setenta y seis años después, los fascistas han vuelto a declarar la guerra a la Democracia española. Actualmente, la correa transmisora de la ideología franquista en España, el Partido Popular, junto con la fuerza del PSOE nos han robado uno a uno, ensañándose con la clase trabajadora, sometiendo las reglas del juego democrático a sus intereses y a los de la élite empresarial y académica franquista, que aún pervive en este país, en el que no hubo “transición”, sino continuidad.

El 18 de julio de 1936 las fuerzas militares, traicionando las leyes en vigor y en el uso de la violencia, declararon abiertamente la guerra a la democracia española y al conjunto de la ciudadanía que había elegido ese sistema para su gobierno. Hoy la puñalada nos la dan los políticos en el gobierno que han decidido imponer la pobreza y el sufrimiento. Destrozar la vida, la riqueza y la felicidad a cambio de pervivir en el poder.

1936-2012

Mientras en los barrios crece la indigencia, en los centros de trabajo se esclaviza al personal, y en la política se desprecia a todas las personas, nos roban en la cara, nos pegan en la cabeza y nos torturan en los riñones. Los mismos que hace setenta y seis años nos arrebataron la soberanía hoy se quedan de brazos cruzados viendo cómo otros repiten la historia.

Contemplamos que este nefasto capítulo de nuestra historia no sólo no se ha cerrado, sino que continúa escribiéndose por un gobierno que es brazo ejecutor de la tiranía de especuladores financieros, multinacionales, grandes fortunas y, en general, por un sistema degenerado que, como la peor de las dictaduras, ha parasitado nuestras vidas. Un sistema que sólo entiende el orden de lo mercantil para decirnos qué merecemos, cuánto valemos y hasta dónde podemos llegar.

Todo a molde de una Monarquía enviciada que sirve de símbolo de unidad y legitimidad de una España podrida y abandonada a su suerte por una mafia política que sólo desea permanecer como estatuas en las poltronas del Palacio de las Cortes.

Salud y República para todas las asambleas.

Por nuestros muertos y desaparecidos, ni un minuto de silencio.

Toda una vida de lucha y resistencia.

Comments are closed, but trackbacks and pingbacks are open.