DE BELENES Y OTROS DUELOS RIPENSES DE GUARDAR

Fuente: Radio Cigüeña

Bonita señal, efectiva y premonitora la que aconteció en Alcorcón, el otro día, en una oficina de eso que antes llamábamos el INEM. Allí, se armó el belén, nació un niño, cual mesías redentor, en la cola del paro. Para que perder el tiempo pensaría el pequeño, que como joven y español traía el desempleo como denominación de origen. Que mejor lugar, síntesis perfecta de una época, poema de protesta social recitado entre marginados de la vida, parábola repleta de mensajes, triples lecturas, enternecedor.

Hay una vibración especial en este nacimiento, de pesebre antiguo. Sobre todo si se piensa en que mientras el bebé se abría al mundo mendicante siguiendo legañoso las luces rojas de un contador de turnos electrónico, en la cola del paro, en ese mismo instante, D. Mariano Rajoy prometía a Bankia todo el dinero que le fuera menester para sanearse y los lideres europeos se disponían a reunirse, sin ningún acuerdo, para incentivar el crecimiento.

Al contrario de esa cumbre europea y de las reuniones del convenio de los trabajadores del Ayto. de Rivas Vaciamadrid, el parto tuvo un final feliz, pese a la inexperiencia de las comadronas, mas versadas en el vuelva usted mañana que en el que no me nazca usted en estos momentos, y la valentía de la madre que no se aguantó las ganas de parir allí o no le dio las ganas de hacerlo. Era la hora de los valientes, como dice D. Felipe Gutierrez Fernández en su carta abierta al gobierno municipal de Rivas (ver nuestra página web cigüeñera o pulsar aquí), la hora en todos los relojes, el momento de no aceptar que los partidos sólo son de izquierdas cuando no gobiernan. Incluso con muy buen tino recuerda D. Felipe a D. Nicolás Salmerón Alonso, presidente de la primera república española que dimitió para no firmar una sentencia de muerte, y que hubo quien le llamó cobarde. Mayor cobardía sería ocultarse detrás de las sentencias de los leguleyos y ser políticamente correcto.

Y es que hubo otro belén, este montado en las calles de Rivas Vaciamadrid, de negro y en duelo pesaroso, mas no crispado en el tono, en que los trabajadores y trabajadoras del Ayto. de nuestros “quereles” defendían, con gracia, su derechos, proclamando su luto por la administración pública. “Hoy no nos pegan, hoy son amigos” canturreaban los chavales al paso de los policías municipales presentes en la “mani”, otros debatían la utilidad del pepelito en salva sea la parte de algún prócer, “no nos quieren” refulgía otro cartelito con foto identificativa, “¿aldea gala?, no, república bananera”, …¡en fin! la cosa de los recortes municipales que tuvo su último momento de gloria participativa sin megafonía para la lectura del documento pertinente, inaudible mas allá de la primera fila de manifestantes.

Corren tiempos difíciles, tiempos que algunos hemos vivido ya otras veces. Vuelan nuestros referentes en ventisca neoliberal y asustadiza y si, es la hora de los valientes. “Administrar en tiempo de vacas gordas requiere básicamente decencia y ganas de trabajar. Gobernar en tiempo de imposiciones y amenazas requiere además valor: el valor que confiere la ideología, el saber de que lado se está en esta guerra” (D. Felipe dixit). Por supuesto, ellos dirán que gobernando nos quisieran ver, que es fácil largar y tirar la piedra, y están en lo cierto, pero ellos se apuntaron al juego y no nosotros, ¿decía algo su programa sobre este asunto?. Y chungo papel el del PCE, presente en todo, dubitativo siempre y contradictorio hasta los carcañales. Lo dicho, TODOS, nos vamos quedando sin referentes.

Vecinas y vecinos, miren las señales, agudicen el entendimiento y no olviden al pequeño recién nacido: puede que dentro de 2000 años aun se canten villancicos rememorando la llegada de aquel que nació en el portal del INEM y que a los 33 años dejó de ser becario para señalarnos el camino que llevaba al final de tanta locura.

Salud, comunicación y feliz aniversario para la ASAMBLEA POPULAR DE RIVAS VACIAMADRID, os deseamos desde EL PREGONERO, programa informativo de RADIO CIGÜEÑA.

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