LAS MENTIRAS DE LA DEUDA

Publicado: Raúl López

Cuando la Deuda Pública comienza verdaderamente a acelerarse es a partir de 2008, tras el tsunami financiero posterior a la quiebra de Lehman Brothers. Desde entonces la Deuda Pública española ha pasado del 39,80% del PIB al 70% estimado para 2011.
1/ El primer motivo del acelerón es el dinero dedicado a “salvar” a los banqueros. Según la Comisión Europea, se han destinado 146.000 millones, sin contar el año 2011, en que 10.000 millones han ido a asumir pérdidas de las Cajas, para luego venderlas a precio de saldo. Ahora se preparan para sanear con dinero público los activos inmobiliarios podridos de los bancos, que equivalen a más del 100.000 millones (el 10% del PIB). Hay que tener en cuenta, además, que todo el “salvamento” bancario está lleno de operaciones de “ingeniería financiera” ocultas al público que no figuran oficialmente en el déficit público. Son, por ejemplo, las garantías por pérdidas futuras de la CAM prometidas al banco Sabadell, avales, permutas y otros movimientos oscuros.
2/ Un segundo motivo es el déficit creado por la crisis capitalista, debido al aumento del gasto en desempleo (30.000 millones en 2011) al estallar la burbuja inmobiliaria y al bajón de los ingresos por impuestos, problema agravado por un sistema fiscal basado en las rentas del trabajo y no en los tributos sobre el capital y las clases altas rentistas.
3/ Un tercer motivo fundamental es el propio servicio de la Deuda Pública, cada vez más voluminosa y cara, con unos tipos de interés que son pura usura. La partida de los Presupuestos del Estado dedicada al servicio de la Deuda en 2011 eran 74.000 millones, 27.500 de los cuales correspondían a intereses (que al final rondarán los 30.000) y el resto a la amortización de deuda. Así, más de la quinta parte de los gastos de la Administración del Estado en 2011 se han ido al pago de la deuda (y de estos casi una décima parte a pagar intereses). A este gasto descomunal hay que añadirle 9.000 millones de intereses de las Comunidades Autónomas (eso sin contar  Ayuntamientos y otros entes públicos). Estamos hablando de un 10% del PIB dedicado al pago de la deuda, un 4% a intereses. En 2012 el problema se hará, sin duda, más insufrible.
Aparentemente el Estado español no debería tener especiales problemas con la Deuda Pública. Después de todo, está rondando el 70% del PIB, por debajo de la media de la UE (82,5% del PIB), de Francia o Alemania. Pero el gran problema de la deuda pública española es, en realidad, la deuda privada, esa montaña de dinero (¡1,4 billones de euros!) que los bancos y las empresas españolas deben a los bancos alemanes, franceses, americanos o británicos. La enorme tensión sobre la deuda pública española es porque el Estado es el último garante de esa deuda privada, tan gigantesca como problemática.

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