¿COMO PODEMOS DEFENDER LA ESCUELA PÚBLICA?

Hay que conseguir que todas y todos recuperemos nuestra propia conciencia personal y colectiva del mundo en el que vivimos. Debemos posibilitar que todos los alumnos, que todas las personas con las que compartimos diferentes espacios, tengan espacios de desarrollo personal y colectivo, que les permitan analizar la situación actual de la sociedad en la que viven las facilidades que tienen, las exclusiones que les imponen, todas las cosas a las que tienen acceso.

La sociedad actual, parece haber aceptado con facilidad, con demasiada facilidad, ciertos valores como algo cotidiano: muchos pertenecemos a una ONG, recibimos alguna revista de pensamiento más o menos crítico, hemos apadrinado algún niño o alguna niña, tenemos en casa las banderas del feminismo y del ecologismo, nos hemos concienciado de algunos problemas que el planeta Tierra, que la pachamama tiene… Y todo lo hacemos de modo público o privado con la mejor de las intenciones.

Pero detrás de todas estas acciones, de todas estas banderas, parece mantenerse una aceptación del modelo social que permite las exclusiones que luego reparamos. La crítica consciente, la conciencia clara de que este modelo de sociedad ya está agotado cada vez tiene más voces que la defiendan, pero aún tiene muchas dificultades para abrirse camino.

¿Qué tipo de ciudadanos queremos? ¿Dónde está ese potencial crítico y transformador que estas acciones debieran llevar consigo? ¿Pensar localmente, actuar globalmente? ¿Qué sucede más allá de mis fronteras? Intentamos poner nuestro granito de arena en la solución de los problemas que nos rodean, pero… ¿nos cuestionamos cual es el origen de esos problemas? ¿Intentamos ver más allá de la acción inmediata?

Ante la llegada continúa de emigrantes que huyen de sus países buscando “el paraíso” que les hemos expoliado en sus lugares de origen, la destrucción masiva de bosques y selvas, la contaminación de los ríos, la extrema pobreza de gran parte de la Humanidad, la represión en distintos lugares del mundo, las graves injusticias económicas y sociales… ¿Qué hacemos? ¿Son problemas nuestros? ¿Son problemas de los demás? ¿Nos creemos como decía Don Antonio Machado que “Nadie es más que nadie”?

Que estos días sirvan para debatir, para pensar sobre estas preguntas que nos hacemos ya desde hace mucho tiempo. Estamos preocupados por la estratificación de la Democracia, por los numerosos problemas que vemos a nuestro alrededor… Pero también estamos convencidos de que los ciudadanos y las ciudadanas tienen en sus manos y en su mirada, la conciencia de que otro mundo es posible.

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