BRECHA ENTRE RICOS Y POBRES

La desigualdad existente entre ricos y pobres en el seno de los países que componen la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se ha incrementado hasta alcanzar su máximo nivel en 30 años, según refleja un informe elaborado por la institución internacional en el que España se sitúa ligeramente por encima del promedio de la OCDE. La OCDE es una organización de cooperación internacional que coordina las políticas económicas y sociales de los 34 países que la componen, entre ellos EE UU, Reino Unido, Francia, España, y Alemania.

Así, el documento señala que los ingresos medios del 10% más rico en el conjunto de la OCDE suponen actualmente nueve veces más que los del 10% más pobre. En el caso de España, esta brecha se sitúa en once veces.

El contrato social comienza a deshacerse en muchos países En concreto, el ingreso medio del 10% de la población española con mayores ingresos era en 2008 alrededor de 38.000 euros, es decir once veces mayor que el del 10% de la población española con menores ingresos, que tenía un ingreso medio de 3.500 euros. No obstante, la institución explica que los impuestos y las prestaciones sociales reducen, en conjunto, un cuarto de la desigualdad, parecido a la media de la OCDE.

“La desigualdad ha disminuido desde mediados de los años 80, contrariamente a lo ocurrido en la mayoría de los países de la OCDE donde ha habido una tendencia importante a la alza en los últimos 25 años (…) Sin embargo, datos nacionales recientes muestran que la desigualdad se ha incrementado en los dos últimos años”, destaca la OCDE en el caso de España.

Asimismo, la institución aprecia una menor diferencia de salarios entre los trabajadores mejor y peor remunerados, ya que la diferencia de salarios entre el 10% más alto y el 10% más bajo ha disminuido en España un 20% entre el 1994 y el 2008, mientras que en el mismo período, ésta se ha incrementado prácticamente en todo el resto de los países de la OCDE.

Los asalariados con menos ingresos trabajaron menos horas. Además, en el caso de España el informe refleja un aumento de las horas trabajadas para los trabajadores con menor remuneración con respecto a los mejor remunerados. Desde mediados de los años noventa, el 20% inferior de los asalariados aumentó el número anual de horas trabajadas (de 1.040 a 1.180) mientras que el 20% superior de los asalariados disminuyó ligeramente las horas de trabajo (de 2.180 a 2.170).

En la mayor parte de los países de la OCDE sucedió lo contrario, ya que los asalariados con menos ingresos trabajaron menos horas y aquellos con más ingresos trabajaron más.

Brasil registra la mayor desigualdad

A nivel general, el informe de la OCDE constata un incremento generalizado de las desigualdades entre los que más ingresos tienen y los que menos, aunque subraya que esta brecha es todavía mayor en aquellas economías al margen de la institución, como Brasil, donde se registra una diferencia de 50 veces a una.

No obstante, el documento revela que la brecha de ingresos se ha ampliado incluso entre países tradicionalmente igualitarios como Alemania, Dinamarca y Suecia, donde pasa de 5 a 1 en 1980 a 6 a 1 actualmente.

La desigualdad probablemente continuará aumentandoEn el caso de Italia, Japón, Corea del Sur y Reino Unido esta diferencia es de 10 a 1, mientras que en Israel, Tutquía y EEUU es de 14 a 1. Por su parte, la desigualdad entre los ingresos de los más ricos y los más pobres en Chile y México supera la ratio de 25 veces a 1, las mayores entre los países de la OCDE.

“El contrato social comienza a deshacerse en muchos países”, advirtió el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, durante la presentación del informe en París, donde reconoció que este estudio contradice la presunción de que los beneficios del crecimiento económico automaticamente se filtran a los menos favorecidos. “Sin una estrategia completa de crecimiento inclusivo, la desigualdad probablemente continuará aumentando”, dijo Gurría.

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