La privatización y destrucción de la sanidad se está acelerando. Las consecuencias de ello las pagaremos los ciudadanos, tanto como paciente (pues la calidad será peor y seremos una mercancía) como con nuestro dinero pues tendremos que pagar de nuevo de nuestros bolsillos una sanidad que ya pagamos con los impuestos.
Los recortes y privatización de la sanidad no se justifican económicamente, el único motivo es que es un gran negocio que ciertos mercados ansían conseguir.
Comments are closed, but trackbacks and pingbacks are open.